En los tiempos recientes, sobre todo despues de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente, celebrada en Rio de Janeiro en 1992, la Organización Económica Internacional está llamada a dar respuesta y realizar las transformaciones que permitan ir perfilando una salida frente a los problemas de la ecología y el desarrollo. Igualmente la constitución de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es otro paso en el sentido de dar una solución global a los problemas.
La Organización Económica Internacional afronta este final del Siglo XX un papel de actor de primer orden en la esfera de las relaciones internacionales. La Interdependencia, fuerza hoy más que nunca, a ejercicios de coordinación Norte-Norte y de solidaridad Norte-Sur y Norte-Este, para hacer frente a los retos y transformaciones del mundo actual. Para ello la Organización Económica Internacional requiere de su transformación para irse adaptando a las nuevas situaciones y dar una respuesta institucional apropiada.
La aceleración histórica es imparable y es evidente que los cambios que se producen cada día van a seguir exigiendo de imaginación renovada para que la Organización Económica Internacional no se vea desbordada por la realidad cambiante. En los últimos años el mundo ha entrado en un proceso de rápida transformación. Los cambios en los alineamientos políticos, en los sistemas económicos y en los valores sociales, nos llevan a punto en que las nociones convencionales y el ordenamiento establecido a finales de la Segunda Guerra Mundial, son cada vez menos aplicables a los asuntos internacionales.
La disolución de los bloques políticos-militares, la extensión y afianzamiento de la Democracia Burguesa, junto a los cambios tecnológicos y al papel que asumen nuevos actores en la escena internacional, están produciendo cambios sustanciales que de no darse una involución, harán entrar el mundo en un período con características diferentes.
Paralelamente a este proceso, se entiende e impone la opinión de que el denominado sistema de mercado, el orden social liberal instalado en Occidente, es la mejor forma de promover y guiar el desarrollo social (neoliberalismo).
Sin embargo este sistema de mercado no puede solucionar los problemas graves de dotación de infraestructura y satisfacción de necesidades básicas que acusan los países del sur, esta situación se agrava con la disolución de Europa Oriental. La solución de estos problemas requiere de políticas que permitan a los países del sur decidir sobre la valoración de su producción y facilitar su acceso a los mercados, basadas más en la solidaridad que en los criterios de competencia propios del Sistema de Mercado.
PROBLEMAS ESTRUCTURALES Los cambios que están ocurriendo en el mundo abren nuevas perspectivas para la salida de la larga depresión en que ha estado inmersa la economía mundial. Desde los años 70 una serie de crisis la agobian: crisis del petróleo, crisis monetaria y crisis de la deuda externa, que han repercutido sobre la producción, los precios, el comercio y el empleo produciendo desequilibrios y rupturas en el funcionamiento de los mercados y en las instituciones, lo cual ha hecho cuestionar la vigencia del Orden Económico Internacional establecido después de la segunda guerra mundial.
Pero el hecho de que en el conjunto de los países industrializados se den las condiciones para su recuperación económica, que las innovaciones tecnológicas posibiliten índices de mayor productividad, que la disolución de los bloques político-militar y el avance de la democracia permitan afrontar el futuro con renovadas esperanzas, no quiere decir que todo esté resuelto.
Sin embargo aún subsisten problemas, en gran medida originados por los fenómenos acaecidos en los setenta, que no superarse podrían dar al traste con esas esperanzas.
Esos problemas se resumen en:
Aumento de la competencia y dispersión del poderío económico entre los países desarrollados de economía de mercado.
Necesidad de contribuir a la transición hacia la economía de mercado de la URSS y las Naciones de Europa Oriental.
Urgencia por resolver los problemas de pobreza, salud, educación y saneamiento básico en los países del tercer mundo, relaciones Norte-Sur inequitativas.
Aumento de la competencia El aumento de la competencia y la dispersión del poderío económico entre países es el resultado de múltiples factores. Uno de ellos, la eclosión de la competencia comercial que conduce a que especialmente en los USA, la mayor parte de la producción interna esté sujeta a la competencia de compañías establecidas en el exterior.
En el caso del Japón, la nueva regulación de la administración estatal con los grandes grupos empresariales, para definir y promover industrias de tecnología avanzada; además limitando y seleccionando lo que entra al mercado Japonés a la vez que se fomentan las incursiones al mercado externo son brotes proteccionistas que alteran el equilibrio de los mercados. De esta manera Japón busca conseguir ventajas estratégicas que consoliden su posición y debiliten las restantes.
La dinámica de la competencia industrial-comercial, los cambios en la estructura económica-financiera junto a las innovaciones en la organización de la producción (producción flexible de alto volumen en ventaja sobre la producción en serie) han dado como resultado un reordenamiento en la escala jerárquica de las naciones. El debilitamiento en lo económico del papel hegemónico de USA y paralelamente el fortalecimiento del Japón y de los países de la Comunidad Europea, con las tensiones que ello comporta, se traduce en discrepancias respecto a las políticas comerciales y financieras así como al reparto de sus áreas de influencia, de forma que se aumentan los costos y se reducen los beneficios de USA como gestor del sistema.
Las discrepancias de las políticas financieras se vienen dando desde las década de los setenta. La necesidad de diferentes países de hacer frente a los problemas económicos internos, para recuperar su estabilidad financiera y alcanzar ritmos de crecimiento sostenido,provocó entre ellos, la aplicación de medidas comerciales proteccionistas. A esto se une el auge de los acuerdos comerciales regionales, abandonándose el multilaterismo y sustituyendolo por el bilaterismo, con el consiguiente deterioro del GATT.
Frente a esta regionalización solo cabía una mayor apertura del Comercio Mundial, fundamentada en el principio de la no discriminación y extendiendo el proceso de globalización en el seno de una comunidad internacional renovada, es decir que fomente la cooperación entre naciones bajo los principios de solidaridad y libertad.
En este sentido la creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1996 es un buen augurio.
La transformación de Europa Oriental
Desde finales de los 70 el bloque socialista entró en crisis. La desaceleración del ritmo de crecimiento económico que se agudizó a comienzos de los 80, como concecuencia de la carrera armamentista de la URSS, llevó a los países de la cortina de hierro a la actual situación de descomposición y recomposición. Al igual que los países de Europa Oriental, las 15 repúblicas surgidas de la antigua URSS se encuentran enfrentadas a problemas sin precedentes, pretendiendo pasar de un sistema totalitario con dirección económica centralizada a un sistema democrático y de economía de mercado. La situación anterior caracterizada por una rígida estructura de dirección, la imposición del productivismo sin incentivos personales y de empresa, el poco respeto por los derechos humanos y la escasa ligazón de la población con las decisiones del estado en materia de desarrollo económicosocial, fomentó en la población el absentismo y trajeron como consecuencia una infraestructura material y una base social degradada. Sumado a lo anterior, problemas de nacionalidades y otros, que desarticulan el tejido social y obstaculizan las relaciones económicas.
Las Repúblicas anteriores y nuevas de Europa Oriental se enfrentan a la tarea de desarrollar normas jurídicas e instituciones que permitan el funcionamiento adecuado de la nueva economía, abandonar el mecanismo de precios administrados, abrir sus fronteras al comercio exterior y reconvertir las directrices y subsidios administrativos a las empresas por los criterios del mercado. A la vez procurar mediante medidas políticas, que no se deterioren más las condiciones de vida de la población que por primera vez va afrontar los problemas de desempleo masivo, la carestía de los bienes básicos y los rigores de los mercados de trabajo.
En este proceso reviste especial importancia la capacidad creadora sobre las ruinas del derrumbe. Cada país por su diversidades, dotación de recursos y capacidad productiva deberá buscar su propia estrategia. Este proceso de transición requiere de la cooperación internacional; no solo se requiere que los mercados de Occidente abran oportunidades a los productos de Europa Oriental sino de la movilización de recursos financieros de Occidente que permitan que los programas de transformación tengan éxito. Este es un reto para Occidente no solo económico sino fundamentalmente político.
Las relaciones Norte-Sur
Lo primero que se destaca es la incapacidad que hasta ahora ha demostrado la Organización Económica Internacional para resolver los problemas de los países con menor desarrollo. A pesar de la presión de éstos en el seno de la UNCTAD, producto de las cuales surgió "La Declaración sobre el Establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional", aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974, coincidiendo con el reforzamiento coyuntural de los países no alineados (NOAL), la situación poco ha cambiado y la brecha entre países ricos y pobres se amplía aún más.
Más recientemente la conferencia de Río 1993, aprobó el "Modelo de Desarrollo Sostenible" como esquema futurista de solución a los problemas del deterioro ambiental y de la pobreza mundial, sin embargo los compromisos allí adquiridos por los países desarrollados no se han cumplido (destinar una parte del PIB a la recuperación y conservación ambiental).
Los problemas de los países no desarrollados son consecuencia directa de unas relaciones político-económicas asimétricas, establecidas desde la época colonial que aún se mantienen, que favorecen una especialización internacional del trabajo, en sociedades industriales y sociedades no industriales, capitalizando así el valor que representa el mantenimiento de una no-industrialización relativa. Estos problemas se agravaron a partir de la crisis de los 70 por las repercuciones de las altas tasas de interés, la fluctuación del precio del dólar, las tendencias proteccionistas de los países desarrollados y en definitiva la política especialmente de USA para hacer frente a la crisis económica mundial, resultando de ello el fuerte endeudamiento externo actual de los países no desarrollados.
La situación del llamado tercer mundo preocupa, por el peligro que comporta y por lo que afecta a los intereses generales del conjunto de la comunidad internacional. Prueba de ello son las recomendaciones tendientes a mejorar la situación de esos países. Analistas e investigadores independientes proponen modelos de reestructuración global que critican el orden internacional vigente y hacen recomendaciones para buscar, en un mundo cada vez más interdependiente, un nuevo orden económico en el que se tengan en cuenta los intereses de los unos y otros sobre la base de la justicia y la equidad.
Los programas propuestos por la UNCTAD y las Naciones Unidas enfatizan en primer lugar en la necesidad de recursos, particularmente financieros. Por lo tanto se insiste en las políticas de reducción y reestructuración de la deuda, para reducir la carga de la misma y en la ampliación de los flujos de capital público y privado como única manera de corregir una situación que ha convertido a los países en desarrollo, desde los inicios de los 80 en suministradores netos de recursos financieros para el resto del mundo.
Se insiste también en que los países en desarrollo deben diversificar su economía, favoreciendo la investigación y el uso de nuevas tecnologías con el fin de disminuir su dependencia de la producción y exportación de materias primas. También se hace hincapié, en la necesidad de crear conciencia en la población de los países en desarrollo para obtener cambios internos de carácter social, político e institucional que fomente el espíritu de empresa, el respeto por los derechos humanos y el sentido de igualdad.
Todo este conjunto de medidas permitirían conseguir la reproducción del orden económico internacional actual de manera aún más ampliada, porque de lo que se trata es de obtener un tratamiento económico más justo en el contexto globalizado.
DIFICULTADES PRESENTES Y PERSPECTIVAS FUTURAS
Los problemas estructurales de la economía internacional esbozados anteriormente tienen su lógica expresión en la actualidad.
Los programas de reforma en la URSS y Europa Oriental, la situación creada en el Medioriente por la guerra del Golfo Pérsico y las consecuencias económicas de ésta, la necesidad de políticas que den resultados satisfactorios en los países en desarrollo inmersos en más de dos décadas de estancamiento y deterioro, exigen de un marco social, político y cultural fundamentado sobre otros principios y prácticas.
De ahí el énfasis que en los países desarrollados se da al crecimiento en conjunto del sistema. Ese crecimiento se dice ha de ser sostenible a mediano plazo, no especulativo, y que mejore las expectativas de la producción y el empleo sin acelerar la inflación. Se añade que ese crecimiento debe potenciar, conjuntamente con políticas monetarias y fiscales firmes los necesarios cambios estructurales: reconversión industrial, educación y capacitación técnica de la base social, promoción de la investigación, todo ello bajo el renovado interés por la conservación del medio ambiente.
Lo que no se señala es que ese crecimiento, en tanto se mantenga bajo los imperativos de la producción de valor, dirigida y decidida por la competencia internacional y por las transnacionales, dificilmente podrá resolver unos problemas que se agravan cada vez más por las imposiciones del sistema. Siendo así, la única forma de superar los problemas actuales requiere de cambios estructurales de todo tipo, no solo en los países en desarrollo sino también principalmente en los industrializados sobre todo en las grandes potencias, para que mediante un cambio de rumbo en la organización social se favorezca la solidaridad y se logre un orden internacional más justo y democrático.
El discurso tradicional basado en el crecimiento, reduce los problemas actuales exclusivamente a dos: la liberación del mercado internacional y la generación de mayores flujos de ahorro en la economía mundial, lo cual no resuelve los problemas de fondo.
Liberalización del Comercio. Esto con el objeto de someter el aparato productivo a una mayor competencia nacional e internacional como forma de alcanzar una mayor eficiencia y aprovechamiento de los recursos. Esta liberalización trae como efecto favorecer la operatividad de los grandes consorcios internacionales con su capacidad para inducir con mayor fuerza en la dirección del sistema global.
Generación del Mayor Ahorro. La estrategia convencional del crecimiento además de la liberalización del comercio requiere de fondos para la inversión en equipo productivo. Por tanto el objetivo de crecimiento solo será posible si se generan los ahorros suficientes para financiar inversiones.
Las necesidades de financiación de Europa Oriental y la URSS, así como la de los países en desarrollo y las que requieren los países desarrollados para mantener su dinámica, dan como resultado una cantidad de tal magnitud que es necesario preguntarse si el ahorro mundial será suficiente para afrontar tal reto, máxime cuando en los últimos años las tasas medias de ahorro e inversión de los países industrializados han disminuido.
Como medidas para fomentar el ahorro se propone la reducción de los gastos improductivos, reduciendo el gasto público, recortando los deficit presupuestarios y fiscales, reduciendo los gastos superfluos, disminuyendo los subsidios y subvenciones de protección, potenciando al tiempo la formación del ahorro privado, especialmente en los países desarrollados que han sido lo que tradicionalmente han suministrado los fondos de inversión.
Es de reconocer, además, que la interdependencia que caracteriza al sistema mundial hace mucho más necesaria la coordinación interna y externa de las políticas que se apliquen para superar las dificultades actuales. Para ello se requiere de que la Organización Económica Internacional contribuya a la solución de los problemas del momento, abordando programas mucho más globales, comprometiendo en ellos a los diferentes organismos internacionales.
En definitiva, la descomposición actual del orden económico internacional y la creciente internacionalización, refuerzan el interés por encontrar nuevas líneas de actuación y reordenamiento que permitan alcanzar nuevos niveles de gestión integrada del sistema global. De ahí la importancia que para el mundo actual tiene la implementación de la Organización Económica Internacional, conjuntamente con las grandes potencias, para que sobre nuevas bases abran perspectivas a la producción solidaria dentro de un renovado marco de libertad.
EL NUEVO ORDEN ECONOMICO INTERNACIONAL
Los finales de 1991 y comienzos de 1992 marcaron el final de la guerra fría y el inicio de una nueva etapa en el proceso de evolución del Orden Económico Internacional que regula las relaciones económicas internacionales entre los diferentes países y grupos de países del mundo. El cambio respecto al anterior ordenamiento es más cuantitativo que cualitativo. La desaparición del sistema socialista de Europa Oriental y la disolución de la URSS dan origen a esta nueva etapa.
Practicamente desde la finalización de la segunda guerra mundial, las relaciones económicas internacionales habían estado marcadas por la existencia de tres grandes bloques de países que en su interior presentaban una serie de características económicas y políticas relativamente comunes, consecuencia del doble conflicto de intereses económicos y políticos. A nivel general se destacaban las relaciones conflictivas Este-Oeste con sistemas económicos y políticos diferentes y relaciones asimétricas Norte-Sur entre países con distinto nivel de desarrollo económico.
A nivel del conflicto Norte-Sur, en el Norte se encontraban los países occidentales de economía de mercado y los países desarrollados de economía planificada, mientras tanto el Sur el bloque era con el correr de los años cada vez más heterogéneo, conformado por países en vía de desarrollo de economía de mercado y de economía planificada.
La anterior división de los territorios del mundo y sus contradicciones latentes dio lugar a tres grandes sistemas económicos:
Sistema de economía de mercado de los países de Oeste
Sistema de economía de planificada centralizada de los países del Este
Sistema económico de países en vía de desarrollo del Sur
Hoy practicamente hay que dar por desaparecido el bloque de países del Este los cuales se adentran por el camino de la economía de mercado. Igualmente las normas que regulaban las relaciones económicas internacionales, entre las diferentes áreas de cooperación también perdieron vigencia.
A comienzos de 1992, M. Gorbachov expresidente de la URSS dio por concluida la "Guerra Fría" que había marcado en el pasado las relaciones internacionales, durante un discurso en Fulton Missouri (USA), en el mismo lugar en que W. Churchill en 1940 acuñó el término "Cortina de Hierro".
Simplificando, para entender la naturaleza de las relaciones económicas internacionales, de cooperación y de conflicto, sólo es necesario considerar las relaciones de interdependencia entre los países del Oeste, las relaciones de dependencia entre los países del Norte y el Sur, y las relaciones de independencia entre los países del Este y los del Oeste. De todos modos, el peso principal en las relaciones económicas internacionales de la postguerra ha estado marcado por las relaciones internas entre los países del Oeste, produciendose con el correr de los años cambios porcentuales entre los diferentes países que lo conforman.
Etapas del orden económico internacional
El concepto de OEI supone el rechazo de la autarquía como modelo de organización económica del estado. También hay que resaltar que el término OEI es un concepto dinámico, no estático, en continua evolución como resultado de los cambios que se van produciendo en la realidad mundial que se intenta regular. Es decir las características del OEI debe ser un claro reflejo de la realidad económica internacional del momento.
Históricamente se pueden distinguir cuatro grandes etapas en el proceso de evolución del OEI y la disolución del campo socialista marca el inicio de una quinta etapa:
1º Etapa. Inicios de la revolución industrial (segunda mitad del Siglo XVIII hasta el inicio de la 1era guerra mundial). Es una etapa liberal en la que nace y se desarrolla un Orden Económico Internacional de carácter privado con limitada participación del estado y un relativo control de intercambio comercial internacional.
2º Etapa. Fines 1era guerra mundial (1918) y finales de la 2da guerra mundial (1945). Se le conoce con el nombre de "Desorden entre Guerras Mundiales". Es una etapa en que las relaciones económicas internacionales estuvieron sujetas a fuertes limitaciones con restricciones a la circulación de mercancías, mano de obra y capitales. Se desarrollaron técnicas de control al comercio:aranceles, tipo de cambio múltiples, dumping, áreas comerciales, etc. Se generaliza el bilateralismo con los acuerdos de compensación y de pagos y un multilateralismo muy limitado por la inexistencia de un marco de cooperación económica internacional.
3º Etapa. Es la reconstrucción de un orden económico internacional neoliberal al témino de la 2da guerra mundial perdurando hasta los inicios de 1970. USA país vencedor de la contienda bélica y el único que no sufrió daños en su economía con la colaboración del Reino Unido sentó las bases de este nuevo OEI neoliberal impregnado de una filisofía basada en el mercado como mejor asignador de los recursos, a partir de las ventajas que otorga el libre comercio y la cooperación multilateral.
La participación inicial dentro de este modelo de los países de Europa Oriental y los en vía de desarrollo fue prácticamente nula. Con el correr de los años las tensiones se fueron acrecentando no solo entre los países desarrollados, sino entre estos y el consolidado campo socialista y los países en vía de desarrollo.
4º Etapa. El modelo de crecimiento de la economía mundial establecido a finales de la 2da guerra y basado en la supremacía de los USA, estaba agotandose en los inicios de la década del setenta. La crisis de los precios del petróleo en 1973 agravó la crisis económica internacional, pero fue más efecto que causa de la crisis del modelo predominante.
La crisis del dólar en la segunda mitad de los setenta fue un claro reflejo de las tensiones en el orden económico internacional como consecuencia de la recuperación de las economías Europeas y del Japón. Igualmente el problema de la deuda externa por cesación de pagos de varios países.
Desde 1974 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la declaración y el plan de acción para el establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), sin embargo, las interpretaciones de lo que se entendía por un NOEI variaban sustancialmente entre los tres grandes grupos de países.
Declaración y plan de acción del NOEI
En la "Declaración del NOEI" los países miembros de la ONU proclamaron su común determinación de trabajar con urgencia por el establecimiento de un nuevo orden económico internacional, que debería basarse en el respeto de un conjunto de principios tanto políticos como económicos:
a). Igualdad soberana de los estados.
b). Una más amplia cooperación entre los estados miembros de la Comunidad Internacional.
c). La plena y efectiva participación, sobre una base de igualdad, de todos los países en la solución de los problemas económicos mundiales en beneficio común de todos los países, teniendo presente la necesidad de lograr el desarrollo acelerado en todos los países en desarrollo.
d). El derecho de cada país a adoptar el sistema económico y social que considere más apropiado para su propio desarrollo.
e). La plena soberanía permanente de los estados sobre sus recursos naturales y todas sus actividades económicas.
Por otro lado el "Plan de Acción" para el establecimiento de un nuevo orden económico internacional recoge un conjunto de medidas a adoptar a nivel internacional para sustituir el viejo orden, teniendo en cuenta básicamente los intereses de los países en desarrollo.
Las medidas se agruparon en diez grandes apartes:
Problemas fundamentales, de materias primas y productos primarios en su relación con el comercio internacional y el desarrollo.
Sistema Monetario Internacional y Financiación del Crecimiento Económico en los países en desarrollo.
Industrialización.
Transmisión de tecnología
Reglamentación y fiscalización de las actividades de las Empresas Multinacionales.
Carta de derechos y deberes económicos de los estados.
Promoción de la cooperación entre los países en desarrollo.
Asistencia para el ejercicio de la soberanía permanente de los estados sobre sus recursos naturales.
Fortalecimiento de la función de las Naciones Unidas en la esfera de la Cooperación Económica Internacional.
Programa especial, con acciones inmediatas a corto plazo.
Como se puede observar los objetivos del plan de acción eran muy variados: mejorar la relación de intercambio de los países en desarrollo a fin de eliminar su déficit, establecer un fondo especial de contribuciones voluntarias de los países desarrollados, reformas al sistema monetario internacional, industrializar los países en desarrollo, mejorar el acceso de éstos a las tecnologías modernas, incrementar la cooperación efectiva entre los países en desarrollo, anular las tentativas de impedir el ejercicio libre y eficaz de los derechos a la soberanía plena y permanente sobre sus recursos naturales, y el fortalecimiento del papel de la ONU en la esfera de la cooperación económica internacional.
Igualmente el plan de acción recomendaba elaborar un código internacional de conducta para la transmisión de tecnología que se ajustase a las necesidades y condiciones existentes en los países de desarrollo, adoptar y aplicar un código de conducta internacional a las actuaciones de las empresas multinacionales y finalmente redactar la "Carta de derechos y deberes económicos de los Estados" para contribuir a crear un nuevo sistema de relaciones económicas internacionales basado en la equidad, la igualdad soberana y la interdependencia de intereses entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
Independientemente de la actitud que se tenga respecto a las demandas de los países en desarrollo de reformar las normas que regulan las relaciones económicas internacionales, no podemos olvidar que uno de los problemas que enfrentan estos países en su proceso de desarrollo es la necesidad que tienen de introducir en sus propios países reformas cualitativas y cuantitativas.
Hasta hace muy poco los líderes de los países en desarrollo solían señalar las fuertes diferencias en la distribución del ingreso y la riqueza entre países ricos y pobres, pero casi nunca reconocían las desigualdades en el mismo sentido vigente en sus propios países. Es decir que el problema del endeudamiento externo de los países en desarrollo y el interés por reducir la dependencia externa están intimamente ligados con los cambios internos económicos y sociales que se tienen que producir en estos países.
El grupo de los siete
Mientras los países en desarrollo lograban plantear la necesidad de introducir drásticas transformaciones en las normas que regulan las relaciones económicas internacionales por considerar que eran contrarias a sus intereses, la realidad económica internacional transitaba por otro camino diferente del de introducir las variaciones necesarias en las normas que regulan las relaciones económicas entre los países desarrollados, teniendo que reconocer el nuevo papel que en el marco de la economía mundial han alcanzado Japón y la Comunidad Europea.
No es casual entonces el origen de las "Cumbres Anuales del G-7" que se remontan a 1975, por iniciativa de Francia y con la participación además de: USA, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Canadá.
Las Cumbres en un principio se limitaron a los temas económicos de carácter monetario pero más tarde se consideraron los temas políticos. Con ocasión de la Cumbre de Londres de 1991, meses antes de la desintegración de la URSS, surgió el debate sobre el papel que debe desempeñar el G-7 en el escenario de la relaciones internacionales. Aunque no hay un acuerdo claro sobre su real alcance, la dinámica de las relaciones internacionales y el final del conflicto Este – Oeste han convertido en la práctica al G-7 en el "Directorio" de las relaciones internacionales; lo cual no supone la desaparición de la ONU, sino su potenciación a partir de producir algunas incorporaciones dentro del G-7 basadas en 5 poderes:
USA y Canadá
La Comunidad Europea
Japón y los países del Sudeste Asiático
La Comunidad de Estados Independientes
El Presidente del grupo de los 77 o países en desarrollo
CAPITULO II.
Globalización
LA MUNDIALIZACION O GLOBALIZACION DE LA ECONOMIA
"La creciente rivalidad internacional, la aceleración de la innovación tecnológica, el proceso de unión económica europea, el incremento de las importaciones procedentes del Sudeste Asiático, la integración creciente de los distintos mercados financieros internacionales, la aprobación del acuerdo de libre comercio entre Canadá, Mexico y Estados Unidos, o la mayor cooperación económica a nivel internacional son fenómenos de rabiosa actualidad que marcan un auténtico punto de ruptura con la evolución económica internacional hasta hace muy pocos años" (Jordi Canals).
Los anteriores y otros hechos de la vida económica suponen no solo un cambio en la economía internacional sino la base de un fenómeno de largo alcance que hoy se manifiesta con una intensidad mayor que antes: la mundialización o globalización de los mercados que simultaneamente es causa y efecto del fenómeno universal de la internacionalización de las empresas.
No es este un fenómeno nuevo, pues los negocios internacionales han existido desde hace siglos con períodos de gran auge, sin embargo lo característico de la época actual es la rapidez e intensidad con que este fenómeno se está expandiendo.
La globalización de la vida económica internacional afecta de manera directa a las empresas. En primer lugar abre las posibilidades de diversificación en otros mercados geográficos. Sin embargo la globalización plantea retos a las empresas nacionales por la creciente presencia de empresas extranjeras en los mercados locales. La globalización ha provocado una creciente e intensa rivalidad internacional en diversos sectores de la economía.
La crisis económica de los 90 no solo es explicable por los altos tipos de interés jalonados por Alemania, sino por la globalización de la economía.
El exceso de rivalidad generada, la aparición de nuevas tecnologías y las acciones proteccionistas, han contribuido a que la crisis actual no sea puramente coyuntural sino el reflejo de cambios estructurales que se vienen produciendo en la economía mundial.
La globalización plantea dos retos a las empresas: les abre nuevas oportunidades de expansión en el exterior y le añade complejidad a la dirección de las empresas. También afecta a los gobiernos ya que les imponen restricciones cada vez mayores a la hora de diseñar sus políticas económicas. Igualmente la globalización de los mercados incide también en la sociedad civil, y el cambio social y cultural que la internacionalización supone es enorme.
Aproximación teórica
La emergencia en que se encuentra la economía mundial exige de dos tipos de respuesta: una empírica y práctica y otra teórica y conceptual.
Desde el primer punto de vista, la idea de Economía Mundial es indisociable del fenómeno de las empresas multinacionales, firmas de gran tamaño en los sectores industriales, financieros o de servicios, que controlan varias filiales en al menos dos países y las cuales son fuertemente interdependientes en el seno del grupo.
Es general el acuerdo para señalar la intensidad creciente de la tendencia a la mundialización de la economía y globalización de los mercados, en la mayor parte de los países y en todos los dominios y actividades. Organizaciones como la ONU y la OCDE han creado estructuras especializadas en el estudio de las multinacionales y han elaborado códigos de conducta aplicables a sus actividades.
Sin embargo este reconocimiento de la importancia de las multinacionales no está acompañado de un reconocimiento teórico de su actividad. La teoría de la economía internacional, mantiene al margen este fenómeno y no logra integrarlo conceptualmente.
El paradigma de la economía internacional, que no aprehende más que las relaciones entre estados – naciones, no ha tenido la vocación de estudiar este "nuevo" fenómeno demostrando así lo inadecuado del modelo dominante de la economía internacional, al desconocer el fenómeno de las multinacionales.
Lo inadecuado del paradigma dominante en la economía internacional
Superar el actual modelo de la economía internacional es una necesidad si se quiere integrar el análisis de los fenómenos internacionales relevantes: Empresas Multinacionales y Bancos Multinacionales.
En efecto, las hipótesis básicas de los modelos teóricos que se ocupan del intercambio internacional, no son compatibles con las características del funcionamiento de las multinacionales o trasnacionales. Mientras que éstas producen sobre un espacio mundial, las hipótesis básicas se fundamentan sobre las disparidades creadas por los espacios nacionales.
Expliquemos esta contraposición: los esfuerzos teóricos por legitimar el libre comercio conducen a una economía mundial vista desde la perspectiva de su fraccionamiento en estados-naciones. Desde Ricardo a comienzos del Siglo XIX hasta los refinamientos teóricos de HECKSCHER – OHLIN – SAMUELSON, las bases de la especialización internacional descansan en una doble hipótesis:
Movilidad de mercancías
Inmovilidad de los factores productivos
Es decir, son las diferencias en la dotación de los factores productivos (tierra, trabajo, capital y tecnología) las que definen ventajas comparativas de los estados-naciones, y por tanto, las que deben dirimir el exportar o importar para maximizar su bienestar. Además para alcanzar la asignación optima de recursos a través del libre cambio, se sostiene la hipótesis de la competencia libre y perfecta.
Para introducir en este modelo el fenómeno de las multinacionales no existe otra posibilidad que abandonar la hipótesis de la inmovilidad de los factores productivos, pues la multinacionalización se acompaña siempre de un flujo de inversiones directas. Ello conduciría al rompimiento del esquema teórico de la economía internacional.
La movilidad de capitales se va a explicar:
En primer lugar por un diferencial en la tasa de rendimiento de un país a otro. Además hay países que son a la vez exportadores e importadores de capital, lo cual se explica por las diferencias sectoriales en los rendimientos del capital, como consecuencia del abandono del postulado de la competencia perfecta.
En segundo término, es indiscutible que la existencia de un diferencial de rendimientos es inconcebible dentro de la lógica del modelo, debiendo por tanto recurrirse al establecimiento de barreras proteccionistas y al abandono del postulado de la teoría, el libre cambio.
Detrás de este debate teórico, existe una confrontación entre los principales agentes de la economía mundial: las multinacionales y los estados – nación. Las primeras generan una estrategia y espacio de operación que tiene vocación planetaria y desbordan las fronteras nacionales. Los segundos, por el contrario, aumentan su legitimidad en las diferenciaciones nacionales y en el fraccionamiento del espacio mundial en diferentes territorios, ligados exclusivamente por el intercambio de mercancías.
Frente a lo inapropiada de la teoría económica internacional vigente se hace necesario elaborar un análisis de la economía mundial que sea capaz de integrar los dos aspectos (multinacionales y estados-nación), mostrando su carácter contradictorio e integral a la vez.
Para intentar salir del impase es necesario en principio, reconocer el carácter multidimensional de la integración económica mundial.
Al lado de los intercambios de bienes y servicios, es preciso tener en cuenta la internacionalización de la producción y de las actividades financieras. Esta multidimensionalidad es un fenómeno asimétrico que se explica por el desarrollo desigual de la economía mundial, pero todo indica que la internacionalización de las actividades productivas constituyen una tendencia irreversible del capitalismo, donde las diferentes modalidades de internacionalización están ligadas unas con otras.
En últimas, la existencia conjunta del fraccionamiento nacional y de la homogeneización multinacional, son la base de la dinámica multidimensional de la internacionalización. Sin embargo la economía mundial no puede concebirse como una suma de estados y de multinacionales, está en un proceso de formación que deberá desembocar en una nueva realidad aún no previsible.
Las inversiones directas
Hemos visto como se constituye el sistema económico mundial, el papel que juegan las empresas multinacionales y los estados-naciones, ahora veremos de forma esquemática, como se desarrolla el hecho económico en el que se materializa de manera más general "la internacionalización del capital y la constitución al mismo tiempo del sistema económico mundial".
La decada de los 80 presentó un crecimiento extraordinario de los flujos de inversión directa, especialmente entre países industriales. Este crecimiento es notablemente significativo, tanto si se le compara con otros períodos anteriores como con el crecimiento del volumen del comercio mundial.
Para el período 1981-89, los países de la OCDE realizaron inversiones directas en el exterior por 753.000 millones de US, frente a solo 302.000 para el período 1971-80.
Para el período 1981-90, el volumen de inversión directa, en el exterior creció a una tasa anual del 7% frente a una del 2% del comercio mundial.
La explicación del crecimiento de la inversión directa, puede encontrarse en tres grandes causas: el crecimiento de la economía mundial en la decada de los 80, la aparición de nuevos instrumentos financieros para colocación de capitales a largo plazo, y la eclosión de los servicios en las economías industriales.
El proceso ha sido tan acelerado que empieza hoy a resultar más significativa la producción en el extranjero que el intercambio comercial. Así empresas como NESTLE, MICHELIN, IBM, BAYER, UNILEVER, etc, realizan más de la mitad de sus negocios con sus filiales industriales en el exterior. En un país como USA las filiales aseguran el 15% de la producción industrial lo que corresponde al 80% de las importaciones americanas de mercancías.
Las ventas de las filiales industriales y petroleras Francesas en el extranjero representan un 70% de las exportaciones totales de Francia, y cerca del 30% de las exportaciones industriales Francesas corresponden a filiales de empresas extranjeras en Francia. Las filiales extranjeras en España producen el 43% de la producción y generan el 50% del empleo industrial.
Tanto la producción como la distribución se organiza a nivel mundial con más de 100.000 filiales extranjeras en el mundo. Las inversiones directas son el instrumento de esta mundialización y su crecimiento ha sido espectacular desde mediados de los 80, luego de doblarse en tres años su flujo anual, de 1983 a 1989 las inversiones directas han progresado a un ritmo cercano al 30% anual, mucho más rápido que las exportaciones 9.4% y el PIB 7.4%. la inversión directa reemplaza de esta manera al comercio internacional como gran estimuladora del crecimiento y juega un papel clave en la estructuración de la economía mundial, en particular en la orientación hacia el sector servicios y hacia las tecnologías de punta.
La inversión directa por sectores
En las economías de occidente, el predominio de las actividades primarias se ha ido debilitando poco a poco, primero en beneficio de las industrias de transformación después de la decada del 50, y sobre todo en los 70 en beneficio de las empresas de servicios.
Desde hace medio siglo las inversiones directas siguen la misma orientación:
El sector primario (plantaciones, minas, extracción petrolera): reciben estas inversiones, generalmente del centro a la periferia, como medio de asegurar los aprovisionamientos regulares de alimentos, materias primas y energía a los países hegemónicos.
Las industrias de transformación: toman el relevo a principios de los 70 y ocupan aún un lugar importante en los flujos de nuevas inversiones.
Este movimiento se concreta entre 1960-73, sobre todo en las inversiones directas norteamericanas en Europa, para los cuales la creación del mercado común fue el punto de partida, pues era un nuevo espacio geoeconómico de grandes dimensiones.
Desde 1973 hasta 1982, un largo período de devaluación del dólar, redujo considerablemente para los industriales Europeos y Japoneses los costos de instalación en USA. El retorno a la revaluación del dólar de 1982-86 puso ha USA en un déficit comercial elevadísimo y atizó las amenazas proteccionistas. Ello ha conllevado a los inversionistas extranjeros a continuar sus esfuerzos de implantación en USA, para superar las medidas proteccionistas al flujo de importaciones de productos extranjeros.
Además, la centralización del capital a escala mundial genera la conclusión de acuerdos entre corporaciones gigantes Norteamericanas, Europeas y Japonesas, ya sea para producir en el Japón, Europa o en USA, apareciendo así un creciente fenómeno de inversiones cruzadas.
La decada del 90 ha vivido un fuerte crecimiento de las inversiones directas en el sector terciario: hotelería, agencias de publicidad, turismo, inversiones comerciales o inversiones financieras, pero lo que constituye el eje de la internacionalización del capital, es el primer shock petrolero (1973) y la imposición de los tipos de cambio flotante, así como la internacionalización del capital bancario.
Las inversiones financieras las realizan los bancos, las compañías de seguros, las redes de tarjetas de crédito, etc, que cada vez tienden a establecersen internacionalmente. La evolución de las inversiones americanas en el exterior ilustra este desarrollo de finales del siglo.
Principales países inversionistas
Hasta la primera guerra mundial, Francia, Reino Unido, Bélgica y los países bajos eran los principales inversionistas en el extranjero. Luego de la segunda guerra mundial los Estados Unidos se convierten en el principal país inversionista en el extranjero, mientras el Reino Unido se mantiene como uno de los principales.
A partir de 1973 con la confluencia de la implantación de tipos de cambio flotantes, la devaluación del dólar, la revaluación del marco y el yen, lleva a Japoneses y Alemanes a multiplicar sus inversiones en el mundo. Gran Bretaña mantiene su condición de inversionista importante, y a partir de 1977 en que termina el período de debilidad crónica de la libra esterlina, las inversiones Británicas han seguido un ritmo muy activo, situandose en segundo lugar.
Dados los cambios de la inversión directa en los años 80, los principales inversionistas dejan de ser los países para hacerlo los grupos industriales, en los cuales a menudo tienen participación países diferentes al de su origen. El marco geográfico y la visión nacional,casi impuesta por la balanza de pagos, dan una imagen forzosamente superficial de la interpretación de los capitales, lo cual constituye una retroalimentación del proceso por cuanto que estos capitales deben buscarlos donde hay liquidez: bancos mundiales y grandes compañías de seguros.
La inversión a escala mundial se apoya en un montaje financiero complejo en el cual la actividad industrial tiene que apoyarse, indispensablemente en los grupos financieros. Por ello si la inversión directa se inscribe en principio en una estrategia industrial, se verá sometida a los cálculos financieros que nada tienen que ver con los planteamientos puramente económicos. Finalmente lo que se produce es una profunda ligazón entre los grupos industriales y los financieros en la que estos, a través del crédito y de participaciones minoritarias pero importantes, influye las decisiones y tiene una cuota importante de poder.
A partir de 1990 tras cinco años de intenso crecimiento, las inversiones directas han tenido su repliegue como consecuencia de los vientos de recesión, sufriendo una caida de un 5% respecto a la decada anterior.
Areas receptoras de inversión directa
Para 1960, del stock de inversiones directa de los principales países inversionistas se situaba un 40% en los países en desarrollo. Las antiguas colonias blancas (Canadá, Australia y Nueva Zelanda) acogían gran parte de las inversiones Americanas y Británicas. Estados Unidos un 10% de las inversiones Europeas y Europa el 20% del stock americano. El hecho más sobresaliente de esta década fue el rápido desarrollo de las inversiones Americanas en Europa.
El triple choque (Industrial, monetario y petrolero) que golpeó a las economías de occidente a comienzo de los 70, condujo a pensar que la corriente de inversiones directas, orientada hasta entonces de manera masiva de unos países industriales a otros, iba a modificarse y dirigirse hacia la periferia. Lo cierto, es que si bien la inversión extranjera alcanzó una serie de países del tercer mundo, alcanzando algunos de ellos el nivel de algunos países industrializados, la mayor parte de la inversión sigue concentrándose en flujos Norte-Norte, de tal manera que el carácter del cambio que se produce en 1973 (hundimiento del sistema Bretton-Woods y shock petrolero) es importante pues las inversiones que se dirigen hacia Estados Unidos, lo convierten en el principal país de acogida de inversión, aunque siga siendo el principal país inversor. Esto ha convertido para 1991, a Estados Unidos en el principal país deudor del mundo. Sin embargo la coyuntura recesiva que ha vivido ha disminuido desde 1990 los flujos de inversión directa extranjera.
El otro gran polo de atracción de la inversión directa es la Unión Europea que recibe aproximadamente el 50% de los flujos mundiales, destacándose Gran Bretaña con la mitad. La atracción Norte-Norte del capital se ve acentuada ahora con la unificación de Alemania y el paso de Europa del Este a la economía de mercado.
Los países del sur en la década del 90 están recibiendo recursos por debajo de los de la década anterior, los cuales frente a la transferencia de la deuda externa y otros pagos, los convierten en transferentes de recursos netos al norte desde 1984.
Es conveniente destacar sin embargo, que la inversión extranjera ha jugado un papel básico en la industrialización de México, Corea del Sur, Taiwan y Tailandia. Esto implica a la vez una mayor profundización de las desigualdades puesto que de hecho el 90% de la inversión directa extranjera que va al tercer mundo se concentra en una decena de países.
LA GLOBALIZACION. CARACTERISTICAS
En la última decada del siglo XX se hizo más evidente el fenómeno de la globalización de los mercados, de la internacionalización de las empresas y por ende del capital. Por ello cada vez es más necesario tener una visión cosmopolita e internacional de la actividad económica: la internacionalización de las empresas y de la economía es un dato, una realidad práctica que condiciona el éxito o fracaso de las políticas económicas macro y micro. En otros términos debemos repensar los conceptos y estrategias económicas dentro de un modelo de economía abierta.
Factores como la globalización económica entendida como mundialización o la desregulación de la economía adquieren toda su relevancia. "La globalización de los mercados es causa y consecuencia del fenómeno universal de la internacionalización de las empresas". No es este un proceso nuevo, ha existido desde hace siglos con períodos de auge espectacular, sin embargo lo característico de ahora es: la rapidez e intensidad con que se extiende.
La internacionalización de las empresas y los problemas que de ella se derivan son cuestiones que merecen la atención de gobierno, empresarios, académicos y medios de información. Su importancia radica en la rapidez e intensidad con que ha irrumpido la última década y la competencia que ello supone para las empresas locales.
La globalización de la vida económica internacional afecta de manera directa a las empresas creandole retos por: la creciente presencia de las empresas extranjeras en el mercado nacional, la complejidad que la globalización impone a la dirección de las empresas, y las restricciones que impone a las políticas económicas nacionales.
Por lo anterior la crisis de los años 90 no solo es explicable por las altas tasas de interés forzadas por Alemania. La globalización de los mercados, el exceso de rivalidad generado por las nuevas tecnologías, han contribuido a que la crisis no sea meramente coyuntural, sino reflejo de cambios estructurales de la economía mundial.
La globalización tiene tres dimensiones principales:
FINANCIERA. La dimensión financiera de la globalización la cual se acelera en los años 70 y tuvo como factor detonante el conjunto de servicios que empezó a ofrecer a nivel internacional la Banca Norteamericana desde la década del 60.
COMERCIAL. La expansión sin precedentes del comercio mundial que se produce con posterioridad a la 2da guerra mundial.
POLITICA. La creación de bloques económicos regionales entre los que se destacan el mercado Europeo (1992), el NAFTA, Mercosur, etc.
La globalización del sector financiero y de los mercados financieros se inicia en la década del 60 cuando los Bancos Norteamericanos empezaron a ofertar en el exterior servicios (multibanca) tales como: prestamos, gestión de divisas, negocios internacionales, valores, etc. La captación de los petrodólares en la década del 70 contribuyó en gran medida a esta globalización. Un hito fue la transformación de los mercados de divisas en mercados de 24 horas, la progresiva implantación de los mercados financieros de futuros y la desregulación y modernización de los mercados financieros nacionales.
La expansión comercial tiene como características la creciente participación después del 70, de países en desarrollo (economías emergentes) como Brasil, Hong Kong, Singapur, etc, y para 1991 el 40% del comercio mundial era intraindustrial. La expansión del comercio contribuye hasta 1970 al crecimiento de la producción mundial y a partir de 1975 se presenta una desaceleración del crecimiento del comercio mundial, propiciado por el estancamiento económico derivado de la crisis petrolera y el retorno al proteccionismo.
En materia de políticas comerciales fuera de las barreras arencelarias, las no arancelarias constituyen hoy por hoy la artillería pesada del proteccionismo. Estas medidas no tienen nada que ver con los precios sino con las cantidades, medidas antidumping, importaciones preferenciales, etc, e inciden directamente sobre sectores específicos como la agricultura, los textiles, la siderurgica.
Características de la globalización de la economía
Las más destacadas son:
La creciente rivalidad internacional de países y de empresas.
La permanente aceleración de la innovación tecnológica y el avance de la ciencia.
El proceso de la Unión Económica Europea.
El incremento de las importaciones procedentes del sudeste Asiático.
La creciente integración de los diferentes mercados financieros internacionales.
La aprobación del acuerdo de libre comercio NAFTA (Usa, Canadá, México).
La mayor cooperación económica a nivel internacional.
Todas estas características, son hechos de rabiosa actualidad que marcan un punto de ruptura en la evolución del ordenamiento económico internacional vigente hasta hace muy pocos años. Estos y otros acontecimientos de la vida económica, social y cultural son la raíz de un fenómeno de largo alcance: "La globalización de los mercados que es simultaneamente causa y consecuencia del fenómeno universal de la internacionalización de las empresas".
La globalización de la vida económica afecta a las empresas de manera directa. En primer lugar les abre nuevas oportunidades de expansión en el exterior. La creciente presencia de empresas extranjeras en mercados locales, vía exportaciones o inversión directa son un reto a las empresas locales que conlleva mayor rivalidad, incentiva la competencia en precios y presiona de manera constante la mejora en la calidad de los productos.
La rivalidad que provoca la globalización supone no solo una caida en los precios y beneficios, sino también un exceso de capacidad productiva en muchos sectores de la economía, lo cual genera: estrechamiento de los márgenes empresariales, caída de la inversión e incremento del desempleo. De allí que los cambios que impone la globalización implican que algunos países y sus empresas mejoren o empeoren su posición económica.
El 2º reto que impone la globalización es la complejidad que añade a la dirección de las empresas; no es lo mismo administrar y comercializar dentro de las fronteras de un pais, que tener presencia en los mercados internacionales con: costumbres y hábitos diferentes en el consumidor, características propias de la distribución y comercialización, legislación diferente, comportamiento propio de las economías y sus mercados, etc.
Un 3º reto es que la globalización incide en la sociedad civil al ofrecer una mayor disponibilidad de bienes y servicios que inducen a una creciente aceptación de lo foráneo, de la inversión extranjera y de nuevas tecnologías, lo cual supone un profundo cambio social y cultural.
Diferentes aspectos de la internacionalización de las empresas
Hasta hace poco la internacionalización de las empresas presentaba dos aspectos específicos: los flujos comerciales (exportaciones e importaciones de bienes y servicios) y los flujos de capital de un país a otro (inversión directa y prestamos).
Junto a estos aspectos en los últimos años han aparecido, hechos adicionales, que son los que acentuán el proceso de globalización:
Alto endeudamiento en mercados internacionales por parte de gobiernos y empresas, debido a las restricciones crediticias internas y a la abundancia de recursos en el exterior.
Flujos financieros procedentes del crecimiento de inversiones en cartera de corto y largo plazo, por inversores institucionales como: fondos pensionales, compañías de seguros, fondos de inversión, etc.
Flujos financieros relacionados con el desarrollo de nuevos instrumentos financieros y cobertura de riesgos en divisas, tales como: opciones, futuros, swaps, etc.
La internacionalización de la tecnología debido al acelerado proceso de innovación tecnológica y a sus costos, a través de: franquicias, licencias, patentes, etc.
La importancia adquirida por la gestión del talento humano ya que las empresas se han visto forzadas a buscar y formar directivos con mentalidad internacional y capacidad de liderazgo.
Entorno económico de la internacionalización de la empresa
El entorno económico internacional actual es cada vez más dinámico y global. Tendencias como: la creciente interdependencia entre países, la formación de bloques regionales de países, el surgimiento de economías emergentes en Asia y America Latina, los sorprendentes avances tecnológicos en diferentes sectores, configuran un entorno internacional crecientemente competitivo y cambiante.
La creciente globalización de los mercados se refleja en:
De un lado en un fuerte incremento del comercio mundial en las tres últimas décadas, superando holgadamente el incremento del producto mundial.
De otro en el auge de la inversión directa en el extranjero que ha crecido desde 1970 a tasas insospechadas.
En un entorno de estas características la internacionalización aparece como una necesidad apremiante para las empresas. Sin embargo hay que hacer notar que es un proceso difícil, complejo y costoso, que incluso puede perjudicar a la empresa que lo emprenda si esta no realiza previamente un análisis estratégico serio y riguroso antes de tomar tal decisión.
De las investigaciones que se han realizado sobre empresas exitosas en materia de internacionalización en Europa y América Latina, se destacan dos características comunes en todas ellas:
Su clara y acertada visión del futuro
Su predisposición al aprendizaje.
CAPITULO III.
Internacionalización de las empresas
LA INTERNACIONALIZACION DE LA EMPRESA
La mayoría de las empresas que se deciden a internacionalizarse adoptan el viejo esquema de prueba y error. La decisión sobre qué y cuántos mercados abordar, cómo entrar en ellos, el tipo de organización a adoptar allí, son decisiones incrementales que requieren de análisis rigurosos de índole estratégica. Gran número de empresas encaran la internacionalización como una manera de crecer, sin percatarse que vender en el exterior puede disminuir sus utilidades e implica riesgos que no se corren en el mercado nacional. Ser internacional resulta costoso, porque el objetivo no es ser más grande sino mejor.
Para compensar los costos de la internacionalización hay que agregar valor a la empresa. La meta de una empresa al ser internacional es obtener ventajas competitivas que le permitan superar a la competencia. Por ello los directivos de una empresa al iniciar el proceso de internacionalización deben preguntarse:
Por el hecho de ser internacional a mi empresa le irá mejor?
Por el hecho de ser internacional va a mejorar nuestra posición competitiva en el mercado?
Qué ventajas competitivas podemos alcanzar al convertirnos en una empresa internacional?
La respuesta a estas tres preguntas requieren de un detallado análisis. Las empresas que han sido exitosas tienen el mérito de visualizar desde el inicio del proceso las metas que esperan alcanzar por el hecho de ser internacionales. De este modo si al comienzo del proceso tenemos una clara visión de los objetivos o ventajas competitivas que esperamos alcanzar, las decisiones para llegar a ellas no serán tomadas al azar, sino como resultado de un plan estratégico.
El proceso de internacionalización de la empresa
El entorno económico internacional es cada vez más dinámico y global, y la progresiva globalización de los mercados se refleja, de un lado en el enorme crecimiento del comercio mundial las últimas décadas del siglo XX y de otro en el auge de la inversión directa en el extranjero que creció también para esta misma época a tasas no previstas.
La internacionalización en un entorno así parece ser cada vez más necesaria para las empresas nacionales. Sin embargo esta decisión depende de un concienzudo análisis si se quiere que sea acertada.
Ya mencionamos que investigaciones realizadas nos demuestran que tener visión de futuro y poseer predisposición al aprendizaje son dos características comunes a empresas que han logrado ser exitosas en su proceso de internacionalización. Y para poder acceder más facílmente a ellas debemos contar con un análisis estratégico y un plan estratégico del negocio.
Si pretendemos ser internacionales debemos tener como objetivo obtener ventajas competitivas, y son varias las que puedan alcanzarse con la internacionalización: eficiencia, flexibilidad, aprendizaje, prestigio y acompañamiento a los clientes.
EFICIENCIA. Esta tiene 3 fuentes principales de obtención: las ventajas comparativas, las economías de escala, y los sistemas propios.
Las ventajas comparativas no permiten hoy enfrentar el comercio internacional con una posición competitiva fuerte, pero permiten explotandolas a nivel mundial ofrecer eficiencia a la empresa.
Las economías de escala entendidas como ahorro en el costo de producción de un bien o servicio, debido a la disminución de los costos fijos, son una importante fuente de eficiencia y competitividad a nivel internacional.
Los sistemas propios incluido el Know How que las empresas desarrollan en base a su experiencia en diversos países, les permite acertar en el desarrollo de estrategias internacionales. Es el caso de multinacionales como NESTLE, UNILEVER, PROCTER AND GAMBLE, cuyo conocimiento acumulado lo aplican con costos en los países en que ingresan.
FLEXIBILIDAD. Las empresas pueden alcanzar una mejor posición competitiva al ganar flexibilidad a través de su expansión internacional. La primera forma de obtenerla es diversificando, lo cual reduce el riesgo geográfico al no depender ya de un solo mercado. Además al operar en varios mercados puede defenderse mejor de la competencia pues ya no tendrá que hacerlo únicamente en su país de origen.
APRENDIZAJE. El aprendizaje que las empresas desarrollan en los mercados externos es otra fuente importante de ventajas competitivas, pues allí se conocen otras ideas y otras innovaciones sobre productos, servicios, distribución, marketing, publicidad, etc, que solo compitiendo allí se pueden aprender. Además las empresas siempre podrán ser más competitivas si están en los mercados más exigentes.
PRESTIGIO. Para una empresa, ser internacional le agrega prestigio y valor de cara a sus clientes que aprecian aquellos productos ya referenciados en los mejores mercados. No se puede competir a nivel internacional en vinos si el producto no está en los mejores restaurantes de las capitales Europeas.
ACOMPAÑAR A LOS CLIENTES. Muchas empresas deben seguir a sus clientes, tal es el caso de las firmas de auditoría y consultoría, y de los bancos. El CITIBANK ha acompañado a las multinacionales Norteamericanas en su trasegar por el mundo.
Resumiendo: al iniciar una empresa su proceso de internacionalziación debe realizar un acucioso análisis de las ventajas competitivas que podrían lograr en el plano internacional, las cuales una vez identificadas le permitirán adoptar decisiones respecto del proceso, mucho más claras y lógicas.
Proceso de entrada a la internacionalización
Unicamente cuando la empresa tiene claridad acerca de las ventajas a alcanzar a través de la internacionalización, puede empezar a responder los dilemas estratégicos:
En qué mercados entrar?
Con qué estrategia de mercado?
Con qué tipo de organización?
MERCADOS A que mercado dirigirnos primero, es una decisión en la cual no podemos dejarnos llevar por la moda o para la decisión de nuestros competidores. Tampoco basarnos unicamente en el resultado del análisis de variables como: tamaño del mercado, aranceles y barreras arancelarias, costos de fletes, nivel de competencia, impuestos, etc.
Las variables relevantes para la selección de países son aquellas que respondan a las ventajas competitivas que la empresa busca enfatizar u obtener. Por ejemplo Bodegas Torres de España escogió establecerse en Chile por sus ventajas comparativas (clima, suelos, cepas) para producir vinos y exportar desde allí. A Bodegas Torres no le importó el tamaño del mercado interno , ni la competencia local, sino la calidad de las materias primas, la positiva imagen de los vinos Chilenos y la facilidad para la inversión extranjera que otorga este país.
Igualmente si una empresa fabricante de joyas busca prestigio y reconocimiento internacional debe instalarse en New York o Ginebra y si busca volumen en Tokio.
Frente a la decisión de cómo es mejor hacerlo, si avanzando gradualmente en el proceso entrando primero en un país y posteriormente en otros, de nuevo es crucial saber que ventaja competitiva se busca y con que recursos contamos para tomar dicha decisión.
Si la empresa busca aprendizaje, la gradualidad es aconsejable, si busca exportar volumen y lograr economías de escala puede ser aconsejable la entrada simultanea en varios países para llegar rápidamente al tamaño eficiente.
ESTRATEGIAS La empresa dispone de una variedad de estrategias o modos de incursionar en otros países. Los más conocidos son:
Exportaciones
Inversión directa para iniciar o compra de empresa
Joint Venture o coinversiones con socios locales o extranjeros
Licencias
Mediante franquicias, contratos de administración y/o de producción
La estrategia debe definirse sobre la base de la meta o ventaja competitiva que se va a obtener siendo internacional. Con frecuencia se observa que la estrategia elegida por las empresas es copiada de otras empresas del sector o responde al aprovechamiento de una oportunidad coyuntural que se cree no volverá a repetirse.
La estrategia debe obedecer al objetivo pretendido por la empresa: Si se busca economías de escala para alcanzar un tamaño mínimo eficiente lo más lógico pareciera ser exportar. Si se pretende amortizar los altos costos de investigación y desarrollo de productos, y no se tiene interés o no existe la posibilidad de entrada a mercados externos, lo más apropiado pareciera ser conceder licencias por tecnología a otros fabricantes. Cuando el mercado de destino escogido sea más grande que el de origen, complejo en sus prácticas comerciales y de distribución, costumbres y hábitos de consumo diferentes, obstáculos tributarios, y una burocracia estatal significativa, lo mejor será para acceder al mercado conseguir un buen socio local y realizar un Joint Venture.
ORGANIZACION La naturaleza de la ventaja competitiva que se busca lograr mediante la internacionalización determina el tipo de organización a asumir.
Si la empresa busca aprovechar su Know How aplicándolo en otros países, lo más lógico sería durante la 1ª etapa del proceso enviar personal formado en casa, y una vez transferida la tecnología y desarrollada la capacitación se opta por el personal local. Si la empresa busca penetrar a otro país básicamente para aprender de él y de sus competidores, y diversificar el riesgo teniendo allí una buena base, lo más recomendable para abrirse paso en el mercado sería contar con una subsidiaria autónoma, gerenciada por una persona con perfil empresarial, emprendedora y conocedora del mercado. Si la empresa lo único que pretende es exportar a un país, sin penetrar demasiado en él, lo más lógico es centralizar las decisiones en la casa matriz y tener en el mercado escogido un gerente con perfil de administrador.
VISION DE FUTURO Y PREDISPOSICION AL APRENDIZAJE
Anteriormente mencionamos dos características de las empresas que lograban éxito en el terreno internacional, una de ellas la visión de futuro, la cual hemos venido tratando, y la otra la predisposición al aprendizaje.
Si bien es cierto que una empresa que cuenta con una visión clara de sus objetivos estratégicos y de las ventajas competitivas que espera alcanzar siendo internacional, está menos propensa a cometer errores, es indudable también que no todo es previsible desde el inicio y que la empresa en su proceso de internacionalización, inevitablemente sufrirá tropiezos y cometerá errores. Lo importante es que estos sean una lección aprendida, que no sea patrimonio de unos pocos individuos de la organización y que le permitan a ésta avanzar, añadiendo nuevas capacidades en un proceso en espiral donde el eje central es el aprendizaje.
La clave está en que la empresa sea consistente en el tiempo, emplee todo su aprendizaje acumulado, evitando repetir errores del pasado, propios y de la competencia.
GLOBALIZACION Y ESTRATEGIA GLOBAL
Antes de entrar en materia vale la pena hacer algunas aclaraciones y distinciones sobre temas de actualidad que han adquirido popularidad y de los cuales se abusa a la hora de precisar su contenido y alcance.
GLOBAL: En lugar de usar este término para designar un tipo particular de estrategía internacional (estrategía global) se está empleando para sustituir el término internacional. Esto parece obedecer a que los empresarios hoy quieren una estrategia global en lugar de solo una internacional. No hay que olvidar que en el pasado el término internacional se utilizaba para diferenciar entre nogocios nacionales y no nacionales.
Como resultado del extendido uso del término global, nos estamos perdiendo de la posibilidad de diferenciar entre distintos tipos de estrategias mundiales, lo cual llevaría a engaños a los ejecutivos, al creer que por tener una estrategia mundial tienen una de tipo global.
Para el efecto debemos aclarar que el término internacional se aplica a cualquier tipo de actividad económica por fuera del país de origen. Los términos global y multilocal harán referencia a tipos de estrategias mundiales. La multilocal hace referencia a la estrategia para cada país o región aisladamente, y la global es la estrategia que enfoca a los países y regiones conjunta e integradamente.
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